23/11/18

Derribando mitos: La rodilla del canario


En esta sección Derribando mitos, analizamos los mitos, patrañas y creencias populares incorrectas. En este caso existe un dicho popular que dice que alguien "tiene menos carne que rodilla de canario", refiriéndose despectivamente a una persona, generalmente mujer, muy delgada. Más allá del sentido machista de la frase, existe un error referido a la anatomía del canario y de las aves en general.

A simple vista lo que puede parecer la rodilla de las aves, es en realidad el talón, ya que las aves caminan como si lo hicieran "en puntas de pie". El mismo concepto se aplica a los dinosaurios, cuya anatomía del esqueleto presenta más similitudes con las aves que con cualquier otro grupo animal. Además en estudios recientes los paleontólogos señalan como especial evidencia la presencia de plumas en fósiles de dinosaurio.
Los animales que caminan apoyando solamente los dedos de sus patas sin apoyar la articulación del talón se denominan digitígrados. Son por lo general más rápidos y más silenciosos que otras especies de animales. Un ejemplo son las aves y algunos dinosaurios principalmente los bípedos. También lo son algunos mamíferos, marsupiales y roedores.
Finalmente se observa que comparativamente, la parte de la rodilla no es una zona con poca carne en relación al resto de la pata, tanto en las aves como en los dinosaurios.

Según un estudio publicado en la revista Science y elaborado por científicos de la universidad de Southampton, las aves aparecieron a partir de un grupo de dinosaurios carnívoros y bípedos que encogió más y más durante 50 millones de años.
"Estos ancestros de las aves desarrollaron nuevas adaptaciones, como plumas, espolones y alas, cuatro veces más rápido que otros dinosaurios", ha explicado Darren Naish, un paleontólogo que ha participado en la investigación.
El grupo "abuelo de las aves" es el de los terópodos, una extensa rama del árbol de los dinosaurios que incluye a ejemplares como el Tyrannosaurus rex, con sus 14 o 15 metros de altura y que se alimentaba de otros grandes dinosaurios, y el Compsognathus que medía solo medio metro de alto y se alimentaba de pequeños reptiles e insectos. Pero a fin de cuentas tanto uno como otro eran bípedos y se alimentaban de carne cada uno a su modo.
Para averiguar esto, la investigación ha analizado 1.500 rasgos anatómicos de los dinosaurios para reconstruir su árbol genealógico. Y lo han hecho recurriendo a un sofisticado modelo matemático para analizar los cambios a lo largo del tiempo.

"Ser más pequeño y ligero en el territorio de los gigantes, con rápidas adaptaciones anatómicas, les dio a los ancestros de las aves nuevas oportunidades ecológicas", ha explicado Michael Lee, el director de la investigación. Esta flexibilidad evolutiva le permitió a los pájaros sobrevivir al impacto del meteorito que eliminó a todos sus primos dinosaurios.

Fuente:
http://science.sciencemag.org

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